Y como nunca hay dos sin tres, pues no puedo irme sin dejar por escrito la última maravilla de pequeñín. Ayer le descubrí, cuando llevaba un rato sin hacer ruido y salí en su búsqueda por la casa a ver que tramaba, apoltronado en el sofá, todo cómodo él, con un libro entre las manos, más grande que él (tiene casi 17 meses). Estaba tan feliz, pasando las páginas, increiblemente sin romperlas. La imagen fue preciosa, cuando encendí la luz del salón y levantó la mirada del libro para sonreirme.
Lleva un par de semanas, o tres, enamorado de los libros. Coje sin parar los cuentos de la estantería que tienen, me los da para que se los lea, o se sienta él a verlos...Su carita de alegría cuando le cuento las historias y ve las ilustraciones...hmmm...Me hace muy feliz. Ojalá mi chiquitín nunca pierda ese amor por los libros.
Buenas noches.
He cambiado la plantilla, a ver si ya se pueden hacer comentarios...
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