Reciclaje de vaqueros

Hace tiempo que quería hacer un bolso con unos vaqueros. Llevaba ya vistos muchos por internet, y parecía fácil! Así que cuando he tenido unos rotos en mi mano, me he animado. Como los pantalones eran de talla 3 años, me ha salido un bolso para mi hija. Ella se puso muy contenta cuando se levantó y vió el regalo en la puerta. Y su hermano, pensaba que yo era una maga: mamá ha convertido un pantalón en un bolso!!!!!!!!

Así que sólo por eso, merece la pena.

Para decorarlo le añadí unas hojas de fieltro que tenía por ahí rondando, las había hecho para ponerlas en una diadema y  al final no lo había terminado.

Hacer el bolso es bastante sencillo. Sólo hay que cortar las perneras de los pantalones, y luego coser la parte de abajo por el revés. Para hacer el asa para colgar el bolso yo he utilizado dos recortes de las perneras, los he cosido juntos y luego hecho un tubo con ellos. Para terminar, se le da la vuelta, y se cose a los lados del bolso.
Como detalles, hay que tener cuidado con las costuras de los pantalones. En las zonas donde hay muchas capas de tela, es muy fácil que se rompa la aguja (bueno, a mi sólo se me dobló).  Mi bolso lo he hecho sin forro, y sin medir mucho (nada) antes de cortar las perneras, lo hice un poco por las buenas, porque sé que o lo hago así o no lo hago. Un forro se hace de manera bastante sencilla, con cualquier tela bonita (o un recorte de una camisa vieja), y luego habría que unirlo al bolso por dentro.  Pero yo eso ya lo dejo para otra ocasión!

Desayuno con diamantes

Estos son mis diamantes. Mi abuelo, agricultor y cabrero, se pasó toda la vida, o al menos los 36 años que le he conocido, plantando naranjos y limoneros, injertándolos y volviendo a injetar. Siempre decía que los limoneros eran más fuertes, así que le ponía ramas de naranjos a los limoneros para que tuvieran más fuerza, pero dieran naranjas.   La verdad es que toda la familia decía que no tenía ni idea, ni de cuando había que hacerlo ni cómo. Pero él siempre siguió en sus trece. Fue cabezota como nadie. 

Estas navidades, me traje del pueblo estos naranji-limones. Que no crecieron buscándolo, sino que se autoinjertaron al plantar él un naranjo y un limonero muy juntos. Ahora, una de mis tías tiene un árbol en el que unas ramas dan naranjas, otras limones, y otras una mezcla, una fruta del tamaño de las mandarinas, forma redondeada pero con el culillo del limón, color naranja, y sabor de limón...Esta es la herencia de mi abuelo. Se fue, pero dejó muchas cosas detrás. Te quiero, abuelo.

 Y mis otros diamantes, los que me ha regalado mi abuela. Tengo la increible suerte de seguir contando con ella, a los 38 años. La mujer más incansable, cariñosa pero sin zalamerías, la que ha criado ocho hijos, a gran parte de sus catorce nietos, y aún tiene fuerzas para coger a sus bisnietos...Mucha más fuerza de la que yo he tenido nunca, a pesar de todo el sufrimiento que ha tenido durante toda su vida.

Ella me enseñó a hacer punto de cruz, vainica y ganchillo, en las largas y calurosas tardes del verano cacereño, mientras mis tías cosían su ajuar. Un tiempo tan lejano ya.

A mi las labores rápido se me caían de las manos, en aquellos veranos de mis ocho a catorce años, así que prácticamente ya no sé hacer nada de lo que me enseñó. 

El mantel de la foto, es uno de los muchos regalos que me ha hecho. Dejó de hacer ganchillo hace unos años, por la artritis galopante de sus manos. Pero ha tenido la paciencia de hacer manteles y toallas, tapetes y bolsitos de ganchillo, para todos los nietos. A mi mantel, le bordamos mi madre y yo unas flores a punto de cruz. 

Todo junto, es mi historia y mi tesoro.

Para empezar a cambiar las cosas

Al menos algunas...Dejo un cartel que he visto en Kireei, es de La Casita de Wendy, y que comparto al 100%.
Si todos comenzaramos a tomar conciencia de qué y a quién compramos, cómo se han realizado los productos, quién los ha fabricado, y bajo qué condiciones....Cuantas cosas cambiarían!!
Comprando en tiendas pequeñas, a productores locales, esto es, la tienda de al lado de casa, tu vecino seguirá teniendo trabajo, y dará trabajo a alguien más. No solo eso, aquí podemos tener la seguridad de que la gente tiene un sueldo aceptable, que tiene unas condiciones laborales dignas...Otra vuelta de tuerca es apostar por productos ecológicos, por pequeños empresarios que apuestan por contratar a personas que tienen muy difícil encontrar trabajo. Lo curioso es que no es tan difícil, solo es cuestión de fijarnos: qué compramos y a quién. Paso a paso, se puede conseguir. Contaré mis avances!

Peppa Remiendos

Acabo de terminar de arreglar un pantalón del pequeñín, se había roto por la rodilla:

Peppa Remiendos

Está cosido, usando un trocito de unas mallas de la mayor, ya rotas, y un trozo de un body de la prima, deformado. Los zapatos, los ojos y el colorete los he pintado, los ojos y el colorete porque he pensado que quedaría mejor, los zapatos porque no tengo hilo de bordar negro.

El dibujo lo he sacado de uno de los libritos de la "Little Library", son 6 cuentos de Peppa Pig, en tamaño mini, de cartoné, dentro de una cajita. Han sido un éxito en casa: pequeñitos, perfectos para las manos del chiquitín, en inglés, geniales para la mayor que va intentándolo, y Peppa, que les gusta a los tres por igual.
Y la idea, me vino al ver un precioso abrigo que ha puesto una amiga en el caralibro (es que desde que le oí este palabro a una amiga me encantó y así se ha quedado).

Estoy segura de que mañana se lo pondrá en cuanto lo vea!

PD- Esta es mi respuesta a los uniformes, Carmen.

Felicitaciones de cumpleaños

Esta tarde, mientras yo hacía la cena y mantenía alejado al pez más pequeño, impresionado con todos los colores, mi hada mariposa ha estado preparando las invitaciones para su cumpleaños.Estas son, a mi me han gustado mucho, estoy muy orgullosa de ella, y estoy segura de que a sus amigos también les van a gustar.

Esta es la invitación para su hermano mediano, se la ha hecho él mismo, faltaría más.

Ganchillo...pero no del estilo de mi abuelita

No sé qué pasa que últimamente veo ganchillo por todas partes...¿Será el verano? Bueno, mejor lo explico que a lo mejor no se entiende. Me pasé todos los veranos de mi infancia en el pueblo, y allí, tras la detestada siesta, lo que hacía era coser con mis tías y mi abuela: punto de cruz, vainica, deshilado, ganchillo. Básicamente lo he olvidado todo, ya que sólo lo hacía en verano, y evidentemente no mucho rato, enseguida iba a escalar árboles o paredes. Pero se me ha quedado una querencia a coser siempre que empieza el calor.

Y a lo que iba, que pierdo el hilo, he visto una forma de hacer ganchillo que no conocía, con tiras de telas: camisetas sin uso, por ejemplo. Esas tiras se llaman trapillo en castellano, "T-shirt yarn"en inglis pitinglis . Y hay montones de ideas por la red:

Un florero, visto en Espacio Crochet

Un puf, visto en Tuteate

Alfombra, en A little imagination and a pile of junk

¿Quién no tiene camisetas feas, viejas, pequeñas o grandes por casa? Ya está bien de tanto limpiar con ellas, mejor hacer algo bonito!! Solos e necesitan unas agujas tamaño elefante, las hay tanto de ganchillo como para tejer.

Y como remate ganchillero, lo que hace Toshiko Horiuchi MacAdam me ha dejado enamorada:

© Masaki Koizumi          ¿Qué será eso tan colorido?????

© Masaki Koizumi                Ooooooohhhh, es un parque infantil hecho en ganchillo!!!!!!!!!!

 

A esta artista la he descubierto en la web Treehugger. Por lo que se ve, Toshiko se dedicaba a hacer esculturas de ganchillo, hasta que decidió pasarse al mundo infantil al ver como los niños exploraban (imagino que se subían, principalmente) sus esculturas. Y ha creado junto con su marido la empresa NetPlayWorks para hacer parques infantiles, en colaboración con grandes ingenieros y arquitectos, por las estructuras que necesita.

Solo por ver (trepar) esto ya me gustaría ir a Japón.

© Crochet playgrounds

Ale, a divertirse crocheteando.

Bolsos para niños

El pasado sábado fuimos a la sierra, de picnic con los amigos. Y como hacía mucho que no nos veíamos, decidí llevar regalos a los peques. En dos noches cosí un bolsito para cada uno (en total hice siete).

Los bolsos de mis hijos

Para hacerlos utilicé unas telas que había comprado hace tiempo (supuestamente para hacer bolsos para mayores), un poco de lana que tenía por casa de otras manualidades, y los bordes de la tela.
Les puse unas etiquetas decoradas con washi tape y uno de mis sellos...et voilà!

Los hice con el mismo patrón que el de las bolsitas para el almuerzo, solo que añadí en dos de los bolsos el borde de la tela, sobrehilado para que no se vayan los hilos, y en el resto una trenza hecha de lana, para hacerlos bandolera. Para los más chiquitines los hice bastante más pequeños.

A todos les gustaron, y ese día sirvieron para recolectar piñas, ramas con líquenes, piedras...pequeños tesoros para llevarse a casa. Después, sirven para llevar a la calle algún juguete, nunca sabe uno cuando va a necesitar un Pocoyó.

Mi (no tan nuevo) reto

Hace unos días me hice un perfil en facebook, ya que había algunas cosas que quería mirar que sólo estaban ahí (misteriosamente). Luego, en mi tónica habitual, no recordaba qué cosas eran esas, pero bueno, me puse a curiosear los blogs que sigo. Y lo que más he ojeado han sido los blogs que gente que lucha contra el cancer: Uno entre cienmil, Ainara Trigueros, Ana y Raúl, Pelones Peleones...Sinceramente no sé porqué pero es un tema que me afecta mucho. Así que cuando leí en el blog de Ana y Raúl su idea de difundir la donación de médula mediante una cadena, pues decidí que ese sería mi reto este año (bueno, lo que queda de él). Así que tengo que conseguir que al menos dos (2!) personas se hagan donantes de médula. Para el que aún no lo sepa, solo hay que hacerse una analítica de sangre corriente y moliente y firmar un consentimiento. Si algún día encuentran a alguien compatible, el proceso habitual consiste en sacarte sangre y devolvértela "filtrada" al otro brazo, vamos, no hace falta ni anestesia ni nada. Y de regalo no te dan bocata, sino la vida de alguien.

Si alguien se siente impelido a hacerse donante tras estas palabras, que sepa que en la web de la fundación Carreras está toda la información necesaria (leétela, por favor), y que hay centros en todas las comunidades (no es que lo faciliten mucho en algunas zonas para la chorrada que es, me refiero a lo del análisis, pero es lo que hay por ahora).

Y si alguien de verdad se hace donante porque lo haya convencido, por Tutatis, que me diga algo que me voy a poner como una moto. Y además prometo enviarle un regalito en forma de peluche casero, o un sellito, a elección del donante, todo hecho a  mano en mis (pocos) ratos libres.
Ale, no hace falta pensárselo mucho.

Y las camisetas de los artistas chiquitos

Pues aquí están las camisetas que se pintaron mis hijos cuando me vieron a mi con las pinturas de tela...A mi me tenían un tanto nerviosa, tengo que confesarlo, con el tejemaneje de botes y pinceles que se traían, pero la verdad es que al final no hubo ningún percance.
¿Como lo hicieron? Casi todo con pinceles, a su aire. Un poco con rotuladores para tela, también a su aire. Y un poco con sellos: corté una patata, cada uno dibujó lo que quiso en su mitad (un corazón y una nube), lo corté como pude (la patata estaba ya un tanto pachucha) con un cuchillo, y ahí se pusieron a estampar.
Al final añadí la fecha para tenerlo de recuerdo. Se lo pasaron muy bien, así que seguro que repetimos otro día, quizá cuando haga mejor tiempo y podamos hacerlo en la terraza. ¡Intentadlo!

La camiseta de mi princesa.

La camiseta de mi bandido.

Camisetas pintadas

Nos vamos de vacaciones, a casa de unos amigos. Y como ellos también tienen un cole (tres niños, como nosotros) y también va a ir otra amiguita, pues decidí llevarles algún regalito. Como me gusta meterme en cosas que nunca he hecho, pero de las que siempre pienso que voy a salir triunfante, compré unas camisetas lisas. La pintura para tela ya la tenía, de hace un par de años que la compré para que mis niños pintasen un poco.

Ahora solo faltaba qué hacer, lo decidí pronto, por fin usaría el precioso libro "Coser para los más pequeños es fácil" de Lotta Jansdotter, editado por Barbara Fiore.

Fotografía de la web de la editorial

 
Tiene unos dibujos para copiarlos y usarlos de plantilla para stencil. Y es lo que hice: los calqué en una hoja de plástico que tenía por aquí (de las de encuadernar con canutillo los apuntes), y luego recorté con un cutter el interior de los animales.

Después, lo puse sujetándolo con celo encima de la camiseta, por dentro de la camiseta metí otra hoja de plástico por si calaba la pintura, y ¡manos a la obra! Recorté una esponja vieja en trozos más pequeños, y lo usé para aplicar la pintura.

Luego, hice unos detalles con los pinceles: el de los pájaros basándome en lo que hace Geninne (a nivel básico, evidentemente), el del zorro y el cocodrilo busqué dibujos por internet e hice lo que pude.

Hoy le he añadido unas etiquetas, que he hecho esta mañana con un cortador especial, y un sello de pez que carvé en el cursito de Ishtar Olivera al que fui. Un poco de washi tape (un maravilloso celo de colores japonés), un trozo de bakers twine (un hilo decorativo precioso), como si fueran compradas: Camisetas del Pececito.
Espero que les gusten!
   

Hasta la vuelta!! ¡Feliz Pascua y suerte con la búsqueda de huevos de chocolate!

Mis locuras

Anoche me dió por los recortables, hice una postal con el cartón de una caja de cereales, un catálogo de una tienda de muebles, un par de rotuladores, unos sellitos de letras y un poco de cinta washi...Y para rematar lo he colgado en un nuevo blog...A ver si se convierte en una serie de postales...lo mismo es flor de un día, conmigo nunca se sabe. Pero me lo pasé bien, es una forma estupenda de desconectar de los problemas.

http://postalesdelmundoexterior.blogspot.com/

Mi papá

Aprovechando que se acerca el día del padre os pongo esta reseña: ¡aún teneis tiempo de encontrar este gracioso libro!
Yo lo encontré en una librería enorme a la que siempre prometo que no volveré y nunca lo cumplo...El caso es que el libro estaba en una mesa, llamándome (veeeeennn, pececito, veeeeeennnn). Así que empecé a leerlo. Al cabo de un rato la gente que estaba a mi alrededor decidió que yo estaba marajeta, claro, no es muy normal ver a una señora (eh, ¿cuando sucedió eso?) ahí leyendose un libro ¡de niños! a carcajada limpia.
Nada, que se vino conmigo a casa. El libro, digo, no los que me miraban.

En este cuento, editado por Kokinos, y escrito por Coralie Saudo e ilustrado por Kris Di Giacomo, el protagonista tiene un papá graaande y fueeeerte. Pero tiene un problema, por las noches ¡no hay manera de llevarle a dormir! Así que el niño tiene que hacer todo tipo de cosas para conseguirlo: contarle un cuento (¡quiero otro!), acostarse un ratito con él (pero luego me voy, eh, papá), dejarle una luz encendida...
Si es que a veces los padres son unos trastos de cuidado.

Este libro que mis niños aun no han leído, se lo regalarán a su papi el día 19. Espero que les guste a los cuatro tanto como a mí.

Trompielefante camisetero

Erase una vez un trompielefante, que campaba alegremente con sus huevos en el lomo. Con sus patas-balancín, y su trompa envolvente, ningún otro animal parecía más feliz.

Este animalillo es un dibujo de mi hija, lo hizo allá por noviembre, y hace un par de semanas por fin conseguí terminar de bordarlo en una camiseta. En el curro me miran raro, pero ¡a mi me encanta!

Trompielefante camisetero

Y ahora, a esperar que me llegue un precioso dibujo sobrinil...

Libros de la India

Siguiendo la estela de "Así veo yo las cosas", vengo con otros dos libros del mismo país, India.
No son libros infantiles exactamente, pero tampoco es que sean de adultos, la verdad.

Animalario, arte de la India, es una preciosa joya editada por Faktoria K de libros. Realizado por  Kanchana Arni y Gita Wolf. Es un libro artesanal, hecho a mano con papeles de colores también hechos a mano. Edición limitada a 2000 ejemplares (como curiosidad, el mío es el 864).

Se trata de serigrafías de animales, provenientes de diferentes estilos artísticos indios: popular, tribal, tradicional, y de varias regiones del país. Al final de libro, una pequeña descripción de cada lámina. Y al principio, una introducción al arte de la India.

Venía con tres láminas, que actualmente son lo único que adorna las paredes del salón de nuestra casa.
Más que un libro, es un regalo para los ojos, y para las manos, la textura de las hojas es increíble. Por algo se llevó el primer premio del Ministerio de Cultura al libro de arte mejor editado en 2007.

 

 

Ilustraciones de la web de la editorial

Ese maravilloso libro fue un regalo de mi hermanita. Así, que cuando vi el siguientee, fue evidente que tenía que regalárselo yo a ella:

La vida nocturna de los árboles. Por Bhajju Shyam, Durga Bai, Ram Singh Urveti. 
Este se llevó el Premio Bologna Ragazzi 2008 - Nuevos Horizontes.

 
En este libro, todas las ilustraciones son de la tribu Gond (para mi, las más hermosas del Animalario, casualmente). Y el texto que las acompaña cuenta leyendas hindúes sobre los árboles.
También realizado a mano, en este todas las hojas son negras, y las obras de arte son las que nos dan la luz.
Dos maravillas para saborear en los fríos días de invierno.

Manu en la playa

Este es el primer comic que han leído mis hijos:

Manu en la playa es un comic sin palabras, en cartoné, editado por Bang ediciones en su colección Mamut. Los autores son Ed y Diego Arandojo.

Son las aventuras del primer día de Manu en la playa, al principio todo parece extraño: la arena, el mar, la crema, ese cangrejo...Pero, excava que te excava encuentra... ¡un mamut! Se hacen amigos, obviamente, y se lo pasan pipa los dos juntos. Pero el día de playa se acaba, ¿tendrán que separarse? ¡Tendreis que leer este maravilloso comic para saberlo!

A los dos les encantó, y hoy al verme escribir, me lo piden de nuevo.Así que habrá que hacer parada en la bicoqueta mañana al salir del cole.
En esa colección hay más comics con muy buena pinta, tendremos que buscarlos.

Así veo yo las cosas

Siena Baba es un pintor que ve el mundo a su manera. Y eso no suele tener muy buena acogida entre los que le rodean. Pero él no se amilana y sigue pintando lo que imagina: cerdo-reales, herre-leones, ele-grejos y ciervo-tugas...

Imagen de la web de la editorial Juventud

Luego, estos animales resulta que son muy desgraciados porque no pueden ir así por el mundo, y reclaman una solución...Siena Baba la encuentra, metiéndolos a todos en este libro tan hermoso.


La imaginación es nuestro mayor tesoro, y me gustaría que mis hijos (y todos los niños) lo lleguen a tener grabado en todos los poros de su piel (pero la realidad es que esta noche mi hija me ha dicho que no ha entendido nada del cuento, a pesar de que hace mucho que lo tenemos y hasta ahora siempre le hacían mucha gracia los animales fantásticos).

Ilustrado por el artista tribal Bhajju Shyam, de la etnia Gond  de la India, y escrito por Sirish Rao, un escritor indio. Una literatura diferente, y unas ilustraciones nada semejantes a lo que se suele ver por aquí, que llaman la atención y nos muestran la multiplicidad de caminos para representar nuestras ideas. Está editado por Juventud.

Imagen de la web de la editorial Juventud

Un puñado de besos

Hay libros con historia, este en particular tiene una historia triste detrás, pero también una historia de lucha y cariño. Yo me quedo con esta última parte.
Este cuentito lo cambié por el que le mandaron a mi hija en el cole como lectura para las navidades. El que les dijeron no tenía unos valores en absoluto adecuados para nadie, menos para un niño, así que lo sustituí.

Un puñado de besos es la historia de Kati, que lleva en su bolsa del almuerzo los besos que mamá le da para que le duren todo el rato que está en el cole, que es mucho. Sus besos saben a fresa y a vainilla, a chocolate y caramelo. Y ella los comparte con sus compañeritos, cuando lloran porque se va mamá, o cuando alguno más brutote les quita los juguetes o les empuja. Hasta que un día Diego empuja a Kati y la deja llorando en el suelo. Pero ese día, todos sus compañeros le llevan besos y le devuelven la sonrisa radiante que ella siempre tiene. Diego se siente solo, perdido, hasta que con el valor que solo tienen los niños, decide darle un beso a Kati y pedirle perdón. Ya la maestra, contenta como nunca, les cuenta un cuento que ellos escuchan asombrados y contentos. Y Kati sabe que es rica, muy rica.

Está escrito por Antonia Rodenas y las ilustraciones son de Carme Solé, está editado por Anaya.

Este libro sí tiene valores con los que me gustaría que creciesen mis hijos.
Desde aquí envío al aire mi deseo de que todos los niños tengan su cajita de besos, o una Kati al lado que les pueda enseñar a fabricar una.

Pegalotú

Siguiendo nuestra ya dilatada experiencia en libros de recortables, este año Papá Noel nos ha dejado éste:

Angels Navarro ha preparado un montón de páginas para que las decoremos con los preciosos papeles que vienen al final, o con las pegatinas que también trae: coches, ventanas para las casas, pájaros...

Quizá ya no parezca tan novedoso, dado que últimamente se están publicando muchos libros de actividades de este estilo (en Coco Books, por ejemplo), pero es en cualquier caso divertido y visualmente muy atractivo. ¡Todos a practicar con las tijeras!

Editado por Imaginarium y Círculo de Lectores.

Siete ratones ciegos

Siete ratones, que no ven ni torta, chocan un día con Algo Muy Raro cerca de su casa. Uno tras otro, van saliendo, intentando averiguar qué es eso. Cada día uno, cada uno toca un poco. Y cada uno cree saber lo que es ese Algo Muy Raro. Al final, no puede ser de otra forma, hay una discusión acalorada: ¡es un abanico! ¡No, es una cuerda! ¡Ni mucho menos, es un acantilado!
Por fin, el ratón blanco recorre el Algo Muy Raro de punta a cabo, y descubre que es....ahhh, ¡para saber eso hay que leer el libro!
Ilustraciones sencillas, fondo negro y ratones de colores, frente a un Algo Muy Raro hecho de collages.

Escrito por Ed Young, editado por Ekaré. Ed Young es un artista de origen chino, ganador de la medalla Caldecott, así como de muchos otros premios por sus libros. Por este obtuvo la mención de honor de la medalla Caldecott. Este es una versión de una fábula de origen indio, que está extendida por toda Asia, tanto en el budismo como en otras religiones, que nos recuerda la necesidad de respeto frente a la perspectiva del otro, y sobre todo, la dificultad que tenemos para conocer toda la verdad.

Ed Emberley

Ed Emberley no es un lugar, ni un callejón, ni una ciudad, ni un local. Es el nombre de un ilustrador y creador de libros la mar de interesantes para aprender a dibujar " a la manera de Ed Emberley".
Nosotros tenemos en estos momentos tres de sus títulos:

Make a world: Cualquier cosa que se te ocurra para dibujarla en pocos pasos: maquinaria, camiones, animales, aviones, teléfonos, grúas...Cuando digo cualquier cosa, me refiero a cualquier cosa.

 

Faces: libro para dibujar diferentes caras.

 

Con qué pocas líneas se pueden conseguir cosas asombrosas. Guerra a las caritas sonrientes, ya podemos dibujar señores cantando, vampiros, princesas, vaqueros o señores con chistera!!!

Y el más divertido y querido: Complete Funprint drawing book:

Dibujos para hacer con los dedos y tinta de sellos. Este lo utilizamos para preparar el papel de regalo para un cumple, quedó muy gracioso.

Son libritos muy finos, salen muy baratillos en amazon, y no es necesario saber inglés porque viene paso a paso como hay que dibujar las cosas. Así que son un acierto tanto para uno mismo como para tener unos cuantos preparados para regalar.
Todos están editados por Little, Brown and Company. Tiene muchos más, pero hay que saber dosificarse (juá, juá, más bien es que regalé tres copias de Animals y me quedé sin).